El Fotolog fue mi tiempo de Neverland. Inspirado en cuatro amigos, a quienes casi doblaba en edad -llegaron a mi vida en un momento de pesadumbre y restauracion- pude sentirme niño otra vez.
Durante dos años de intensa revinculación con el mundo más sensible, que tanto había perdido, me entregué a mi Fotolog.
Lo más grato fue que me expresé despojado de los estándares que propone la adultez. Por suerte.
No fue un juego, fue un matiz relevante para seguir creyendo que era posible enamorarme otra vez, desenamorarme, descubrir misterios, nuevos signos, nuevos vínculos, compartir alegrías y tristezas sin inhibiciones y, especialmente, fue un diario para volver a sonreír desde mí, a pasar de mí, desde la mirada de lxs otrxs. Aunque mis risas fueron efímeras en mi rostro, en el Flog las sonrisas siempre fueron auténticas y perdurables.
Aquí comparto mis 279 entradas que fueron posteadas entre octubre de 2007 y enero de 2009.
Deseo que esta revisitación sea tan divertida para ustedes como lo fue para mí sentarme a ordenar las Entradas.
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